sábado, 9 de octubre de 2010

CONMEMORANDO EL DIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO

(publicado en mayo del 2010)

El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo, es la fiesta por antonomasia de la Clase Trabajadora mundial. Este día se celebra en todo el mundo en reivindicación de los derechos de los trabajadores, y en homenaje a los mártires de Chicago, líderes obreros de Estados Unidos que participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvo su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket (día trágico en que la policía abrió fuego contra la multitud matando e hiriendo a un número desconocido de obreros).

En el Perú se celebro por primera vez, el 1º de mayo de 1905 la Federación de Panaderos “Estrella del Perú”, quienes conjuntamente con los trabajadores portuarios del Callao, en 1904 habían iniciado reclamos y huelgas por la jornada de ocho horas. Posteriormente acontecieron otras jornadas de lucha tales como la huelga de motoristas y conductores que en diciembre de 1906 y en 1907, lograron que el Estado mediara con ellos y consiguieron la anulación de un sistema de multas y aumentos salariales; la huelga de los jornaleros del Callao de enero de 1913, donde se consiguió el régimen de las 8 horas más el 10 % de aumento salarial, los que fue un hito en la Historia de la Clase trabajadora Peruano, logrando la reivindicación a pesar de ser solo para los jornaleros del Callao, fue un paso adelante que no quedaría allí, ya que esto permitió que los demás sindicatos y los que todavía no estaban organizados se organicen y luchen por la conquista de las 8 horas, lo que conllevo que finalmente, luego muchos sacrificios y hasta pérdidas lamentables de trabajadores, se obtuviera el 15 de enero de 1919 mediante decreto supremo la jornada laboral de 8 horas.

Han transcurrido 91 años desde una de las más importantes conquistas conseguidas por la clase trabajadora peruana, y a la fecha observamos aún que continua la lucha de la clase trabajadora por el respeto de sus derechos y la conquista de mejores condiciones laborales que nos brinde una mejor calidad de vida, ello ante la arremetida de la política de gobierno que aplica un sistema económico que en todo momento busca reducir a su mínima expresión los derechos de los trabajadores que tanto sacrificio y luchas ha costado. Ejemplo de ello y sin ir más lejos, lo observamos todos los días en casa el Poder Judicial-, con la aplicación del Decreto Legislativo 1057 sobre el Régimen Especial de Contratación Administrativa de Servicios (CAS,) norma abusiva e inconstitucional que recorta los derechos laborales consagrados por la constitución, y su mala aplicación ha conllevado a desnaturalizar el contrato de trabajo de muchos de nuestros compañeros, y peor aún, su aplicación no garantiza en lo mas mínimo la estabilidad laboral, lo que, bajo el chantaje del despido, conlleva a distorsionar el cumplimiento del régimen de las 8 horas; asimismo con la aplicación del llamado “turno judicial y el compensatorio por turno” que en los hechos se traduce en el incumplimiento de la jornada laboral máxima consagrada en nuestra carta magna, siendo el caso que muchos de nuestros compañeros llegan a laborar hasta 56 horas semanales, y lo que es peor, no se les reconoce el total de horas laboradas en el turno, otorgándoseles tan solo un día laboral en compensación, clara trasgresión a nuestros derechos laborales; además del no reconocimiento de nuestras autoridades de las horas extras que nos vemos obligados a efectuar debido a la excesiva carga procesal. Y aunado a los ejemplos precedentes se encuentran los magros sueldos que percibimos, siendo los trabajadores del Poder Judicial uno de los sectores del aparato estatal peor remunerados (a pesar de encontrarnos obligados por ley a trabajar a exclusividad), lo que a todas luces va en contravención a nuestro derecho a una remuneración equitativa y suficiente, que procure nuestro el bienestar familiar en lo material y espiritual”.

Sin embargo lo señalado precedentemente no es óbice para amilanarnos ni decepcionados y menos para adoptar una actitud conformista, oportunista o pro-patronal; sino mas bien, teniendo como ejemplo el legado histórico de aquellos trabajadores que nos antecedieron y sus heroicas luchas, ello debe ser motivo para reafirmar nuestro espíritu de lucha en busca de mejores condiciones laborales que dignifiquen nuestra calidad de trabajador, debe ser motivo para fortalecer nuestros sindicatos, debe ser motivo continuar con la construcción de la verdadera unidad judicial sindical con principios y consecuencia; para así de manera organizada conjunta y solidaria obtener la conquista de nuestro justos derechos y reivindicaciones. Valga pues, compañeros Judiciales, este primero de mayo para refleccionar sobre nuestro deber y responsabilidad que nos toca asumir a cada uno de nosotros frente a nuestros compañeros de clase, y antes las luchas reivindicativas por mejoras económicas que se avecinan. Compañeros judiciales en vuestras manos esta el lograr conquistar los objetivos que como colectivo organizado y solidario nos planteemos. Nos despedimos de ustedes parafraseando al insigne poeta peruano, Cesar Vallejo: “hermanos judiciales aún hay mucho que hacer...”

¡VIVA EL DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES!
¡VIVA LOS TRABAJADORES JUDICIALES DIGNOS Y CONSECUENTES!
¡VIVA LA UNIDAD SINDICAL FORJADA DESDE LAS BASES JUDICIALES!